De isla rural a isla urbana
En el proceso de consolidación de este tejido urbano de la ciudad, Cantagallo ha pasado de ser una zona con actividad agrícola a establecerse como una isla urbana en medio de la capital. Para llegar a convertirse en tal, su evolución se ha establecido por medio de la organización urbana informal; en esta etapa, Cantagallo era una isla rústica con algunas viviendas emplazadas en su terreno, pero no conformaba un ambiente urbano formal.
Solo el 25 % de su extensión estaba usado para viviendas de material precario, el resto eran chacras de cultivo.
Para 1985, y con el crecimiento de la ciudad, se construye el puente Huánuco, por lo tanto se realiza el desalojo de estos pobladores pues la ubicación del actual puente coincidía con la zona en donde se emplazaban los pobladores de la antigua barriada, se abren nuevas vías y se construye la avenida Evitamiento. Con este gesto urbano, esta zona queda totalmente aislada del tejido circundante y en ella se establecen zonas de depósitos de materiales de la municipalidad. La ciudad se empieza a proyectar en términos de transporte masivo y Cantagallo se queda aislado de ella en pleno Centro de Lima.
La última fase de crecimiento, se emplaza un mercado de materiales de construcción que viene a ser el rezago del antiguo Mercado de Malvinas que se ubicaba en la Av. Argentina y parte de esos comerciantes llegan a esta zona; además, para el 2005, ya se había establecido la asociación de viviendas de El Olivar, por lo cual la característica de isla urbana en Cantagallo estaba, de cierta manera, en aumento.
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